Prueba y error

Antes de ayer el Gobierno de Mendoza anunció que, ante el preocupante aumento de la cantidad de muertes por accidentes de tránsito en la Provincia, tomará varias medidas (léase, hará varios experimentos) con la intención de mejorar el tránsito vehicular. Una de las medidas anunciadas fué que a partir de julio se re-estatizará el sistema mediante el cual se le entrega la licencia de conducir a las personas, y además de restatizarse se introducirán algunas modificaciones. Estas modificaciones consisten por un lado en alargar la espera para la obtención de la licencia de una hora y media (plazo actual bajo circunstancias normales) a dos meses y además habrá que renovarla cada un año. El argumento para tan arbitraria y retrógrada medida es que en Europa se necesitan 9 meses para obtener dicha licencia (?????). Aquí están las consecuencias del anuncio, como es lógico, las instalaciones y la capacidad de la estructura destinada a prestar el servicio con el sistema actual se vio colapsada, lógicamente la gente común, con mucho mas sentido común que los «iluminados» que toman decisiones,  prevee el infierno burocrático a enfrentar si renuevan su licencia después de julio.
La lógica de estos dirigentes es realmente infantil, inocente y hasta estúpida, cosa que no debe sorprendernos ya que no es la primera vez, desde que asumió Julio Cobos, que los estadistas que lo secundan prueban cosas tan estúpidas con argumentos tan débiles. Creer que equiparar nuestro sistema a países más desarrollados nos hará por si solo más desarrollado es algo que puede ocurrirsele solamente a retardados mentales. Las consecuencias lógicas serán una mayor ineficiencia en la entrega de licencias, un aumento de conductores con licencias de otras provincias (como ya ocurre) y un rápido replanteo del sistema que están ideando ante la falta de resultados y el agravamiento de otros problemas. Ya se los avisaron cuando quisieron cambiar el esquema de lucha anti granizo, ya se los avisaron cuando quisieron cambiar la política de seguridad.
El método de Prueba y Error es un método excelente para el aprendizaje, pero no para administrar sistemas públicos que afectan a millones de personas.