Te voy a extrañar cuando juegue al tute cabrero, en los asados de los jueves, cuando vuelva a probar fernet o cuando esté de nuevo en alguna playa de Brasil mirando la noche y hablando pavadas. Te voy a extrañar cuando pase por Damajuana, cuando mire jugar a Independiente, cuando pasee de nuevo por Barracas, pero más te voy a extrañar cuando simplemente necesite un amigo. No voy a tratar de entender lo inentendible, no voy a buscarle explicaciones a la partida de alguien de 36 años y dos nenes chicos, pero sigo pensando que es injusto, quizá vos en este momento puedas ver lo que no podemos ver los que quedamos aquí abajo.
HASTA SIEMPRE KIKI, GRACIAS POR SER MI AMIGO.