Lecturas: 2666

Este verano me prestaron 2666, de Roberto Bolaño, un libro enorme, no sólo por la cantidad de páginas (1120),  si no también por su densidad literaria, por lo que contiene. Lo terminé de leer con la firme decisión de comprarlo en cuanto pueda, porque es un libro que quiero tener siempre a mano en la biblioteca.

Intuyo que cualquier reseña sobre 2666 está destinada a zozobrar si lo que se intenta es una aproximación acabada y completa que logre definirlo y abarcarlo. Tal cometido se torna imposible porque las mismas narraciones exceden al libro que las contiene, se dirigen hacia un abismo, se pierden en la nada, en un «agujero negro». Por eso me voy a limitar a ordenar acá algunas notas que tomé durante su lectura y nada más..

2666 - Roberto Bolaño (Ed. Anagrama)
2666 – Roberto Bolaño (Ed. Anagrama)

2666 es una novela inclasificable, en ella Bolaño despliega todo su talento, usa múltiples estilos, estructuras literarias y tonos narrativos, en algunos momentos es un relato policial, en otros psicológico, por momentos es una novela histórica, el narrador coquetea con el realismo y a veces con el relato fantástico, y otras veces escapa a cualquier tipo de definición. Elegancia, vértigo, tedio, tensión, enigma, fantasía, crudeza, hastío, reflexiones filosóficas… el libro ofrece todo esto y más, siempre con el sello inconfundible de la prosa blañesca.

Después de leer el libro me entretuve un rato imaginando que Bolaño, escritor prolifero y de vasta imaginación, tenía muchísimos argumentos para cuentos y novelas futuras, en forma de borradores, notas y bosquejos mentales, y que, ante la inminencia de su muerte, trabajó arduamente para incluir toda esa literatura en estado embrionario en este libro, ya sea en forma de digresiones, de historias secundarias, de diálogos, de anécdotas, sueños, etc. Entonces encontramos en 2666, además de las narraciones y los personajes principales, las historias o partes de las historias de un pintor que se corta la mano, un judicial que se enamora de una psiquiatra, un policía llamado «Lalo Cura»,  un periodista del D.F., un ciudadano norteamericano de origen alemán convicto, un escritor ruso revolucionario, un conductor de TV, una vidente, la hermana de Achimboldi (uno de los protagonistas principales), y muchas otras que no recuerdo, todas aparentemente inconexas entre sí.

En nuestras vidas asistimos constantemente al espectáculo que traza el destino de algunas personas en forma parcial, fragmentaria, se trata de los destinos de personas que pasan por nuestra existencia rozándola, entran y salen, nunca sabemos como terminan sus historias, su devenir se va diluyendo con el tiempo y de apoco se evaporan, dejando solamente una huella apenas perceptible en nuestra memoria. Lo mismo pasa con las historias de 2666, ninguna tiene un final acabado, todas quedan abiertas, son como miradas fugaces sobre algunos destinos, una especie de conjunto de círculos perfectos que no han terminado de trazarse y quedan abiertos. Algunos atribuyen este fenómeno a que en realidad la novela está efectivamente inconclusa, es decir que Bolaño murió antes de terminarla, no digo que esa posibilidad no exista, pero para quien haya leído «Los Detectives Salvajes» esa impresión de obra inconclusa y abierta no es nueva en Bolaño, en eso creo que su narrativa tiene algo rasgos comunes con la de Onetti, esa imposibilidad, ese destino de fracaso en el intento por concluir es más bien parte de su forma de escribir, es, intuyo, lo que quiere transmitir. De ninguna manera entonces puede hablarse de una novela cuya escritura se haya interrumpido abruptamente, como en el caso, por ejemplo, de «América» de Kafka. 2666 probablemente no esté pulido y corregido por su autor, pero de haber vivido Bolaño al momento de su publicación, creo que nos hubiésemos encontrado con una versión muy similar a la que se editó.

Hay que decir que en realidad  2666 está compuesto por cinco novelas que tienen varios factores en común, pero cuyo eje principal es, sin lugar a dudas, la ciudad mexicana de Santa Teresa cerca de la frontera con USA, en el estado de Sonora, allí, a partir de 1993, comienzan a aparecer centenares de cadáveres de mujeres brutalmente asesinadas y violadas. No es difícil darse cuenta de que Bolaño está hablando en realidad de los crímenes que sacudieron a Ciudad Juárez. Las cinco novelas pueden ser leídas por separado e inclusive en cualquier orden.

La primera de las sub-novelas (que se titula «La parte de los críticos«) relata la historia de cuatro académicos europeos, un francés, un italiano, un español y una inglesa, unidos por la admiración que le profesan a un enigmático escritor: Beno Von Archimboldi; cómo llegan al autor, cómo se conocen entre ellos, las relaciones que van tejiendo dentro del grupo con el correr de los años. A medida que estos profesores de literatura van desarrollando sus vidas el prestigio del escritor va creciendo hasta convertirse en un candidato permanente al Nobel de Literatura, a su vez el carácter de mito que va adquiriendo el autor alemán hace que los cuatro amigos se vayan interesando cada vez más, ya no sólo en su literatura, si no también en la persona. Hasta que un rumor lo sitúa aparentemente en Santa Teresa, lugar al que viajan tres de ellos con el objetivo de encontrar a su ídolo en donde empiezan a conocer la aberrante sucesión de crímenes.

La segunda de las narraciones es la más breve, se llama «La parte de Amalfitano» y efectivamente cuenta la historia de Amalfitano, un profesor chileno que los críticos habían conocido en la novela anterior. Amalfitano se va a trabajar a España y conoce a Lola, una española con la que se casa y tiene una hija. La mitad del libro refiere las aventuras que Lola tiene tras abandonar a su marido para ir a buscar a un poeta que está en un manicomio. La otra mitad transcurre en Santa Teresa adonde se traslada Amalfitano con su hija ya adolescente, Rosa. Mientras se vuelve loco y dada la catarata de crímenes que azota a la ciudad, Amalfitano teme por la suerte de su hija. Esta parte también puede ser leída por separado, es más lenta que la primera, más psicológica y quizás con ribetes surrealistas.

La tercera es «La parte de Fate«, más bien caótica, una especie de thriller que hace recordar a ciertas novelas norteamericanas. Oscar Fate es un periodista negro cuya madre acaba de morir y es enviado por la revista para la que trabaja a Santa Teresa a cubrir una pelea de box y se interesa por los crímenes que están ocurriendo. En circunstancias un poco absurdas el protagonista, que dicho sea de paso no puede parar de vomitar, conoce a Rosa, la hija de Amalfitano y de repente se ve involucrado en negocios turbios aparentemente relacionados con los asesinatos.

La «Parte de los crímenes» es un inventario interminable y pormenorizado de crónicas policiales que describen cada uno de los crímenes de mujeres en Santa Teresa entre 1993 y 1997. Esta parte es exasperante para el lector, hay momentos en los que tuve ganas de dejar el libro, o saltearme las descripciones excesivas de cadáveres femeninos que hartan por su cantidad. Pero nada está de más, creo que ese hartazgo por repetición, ese nunca acabar de los crímenes, ese hastío es el efecto que busca Bolaño para acercar al lector a la sensación de infierno que respiraba en Santa Teresa (o en Ciudad Juárez).

La quinta y última novela es «La parte de Archimboldi» y relata la vida del escritor que buscan los críticos del primer libro. Su infancia, su participación en el ejército alemán durante la Segunda Guerra, sus comienzos como escritor, sus amantes, etc. Y la impensada manera en que el protagonista en su vejez, toma contacto los crímenes de Santa Teresa.

Roberto Bolaño
Roberto Bolaño

Como todos los libros de Bolaño, 2666 está escrito con armonía, con esa prosa inconfundible, amena y elegante que parece fácil de imitar pero que nadie ha conseguido igualar. Tiene buen ritmo, salvo la parte de los crímenes de Santa Teresa, su lectura es ágil, los personajes son pintorescos y originales, la trama es cautivante y se desarrolla en distintas ciudades europeas y mexicanas. Precisión de relojero, belleza, inteligencia son algunos de los calificativos que se me ocurren para resumir en forma escueta esta novela. Intuyo que este libro ocupa ya, junto con Rayuela, Pedro Páramo, Cien Años de Soledad y, porqué no con «Los Detectives Salvajes«, un lugar privilegiado en la narrativa sudamericana.

 

Título: 2666.
Autor: Bolaño, Roberto.
ISBN: 9788433973184.
Editorial: Anagrama.
Fecha: 2004.
Precio: $90.
En stock en Tematika.

13 Comentarios

  1. @Dolores
    Con este tenés para entretenerte un rato largo, pero cuidado con la «Parte de los Crímenes» que allí puede naufragar el lector desprevenido, recomiendo leer esa parte alternando con alguna novelita de esas que se leen de un tirón, o con un buen libro de cuentos.

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  2. cuando terminé de leer 2666 quedé asombrado de la colosal ambición literaria de Bolaño y su ilimitada fe en sí mismo como artista, o quizá no debería decir fe, tal vez era coraje, valentía, esa actitud de samurai de la que hablaba, el dar la batalla aún sabiendo que se va a perder.
    Coincido, junto con Los detectives son dos novelas imprescindibles.

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  3. desvío cósmico (fanzine quincenal interactivo) es una propuesta de interacción sociocultural que combina la distribución de 1000 ejemplares repartidos gratuitamente cada quince días en bares, teatros, centros culturales y cines de la ciudad de Mendoza, con el soporte virtual del blog
    Este es un espacio interactivo de literatura, comunicación, sociología, medio ambiente, cultura, humor y todo lo que pueda caber en tan breve territorio de ideas y fantasías. Para divulgar la propuesta hacemos spam.
    desviocosmico@gmail.com

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  4. @Claudio
    Gracias por avisar, no te borro porque fuiste muy ingenioso para sortear los dos filtros antispam, pero te agrego a la lista negra en Akismet así no podés hacerlo más ni acá ni en ningún otro blog. «No trollees»

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  5. Hola, Maguila. Buena reseña. Yo también leí 2666 este verano y me encantó. Estuve pensando sobre el título de la novela, y creo que hay una pista de su sentido en Los detectives salvajes. Hice un post al respecto en mi blog, a lo mejor te interesa leerlo. ¡Saludos!

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  6. Te recomiendo al boleo: «Los detectives salvajes» del mismo autor. «Una oración por Owen» de John Irving, «Las Correcciones» de Jonathan Franzen, «Zama» de Antonio Di Benedetto, «Viaje al fin de la noche» de Céline. Todos excelentes.

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  7. Maguila, muchas gracias por tus recomendaciones. Veo que estamos en la misma sintonia. «Los detectives salvajes» lo leí antes que 2666, pero confieso que me gusto mucho más 2666. «Las correcciones» me lo regalaron para mi cumpleaños y todavia no lo leí.
    Mucha gente ya me había recomendado «Las correcciones» de Franzen.
    «Zama» lo quería leer antes de que salga la película dirigida por Lucrecia Martel. Nunca lei nada de Di Benedetto.
    Y de «Viaje al fin de la noche» que se puede decir que no se haya dicho. Me lo regaló mi novia el verano pasado y no pude hacer otra cosa que leer ese libro durante varios días.
    Muchas gracias. Me voy a apuntar con los de esta lista que todavía no leí.
    Gracias.

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