Existe gente que no sabe quién fue Louis Ferdinand Céline. Para empezar habría que aclarar que el verdadero nombre de Louis Ferdinand Céline no era Louis Ferdinand Céline si no Louis Ferdinand Auguste Destouches, pero se hacía llamar Céline por su abuela (Céline Guillou). Tal vez ayude un poco saber que Céline participó en la Primera Guerra Mundial y que sufrió algunas heridas que le dejaron secuelas de por vida. También habría que decir que era médico. Y francés. Y antisemita. Y escritor, sobre todo eso, un gran escritor, uno de los mejores escritores de todos los tiempos. Céline escribió varios libros excelentes y dos obras maestras del siglo XX: Muerte a crédito (1936) y Viaje al fin de la noche(1932), este último debe ser —después de Zama de Antonio Di Benedetto— uno de los libros que más veces leí en mi vida. Es decir: Louis Ferdinand Céline es uno de mis 5 escritores preferidos.
Dicho esto podemos pasar a las verdaderas razones de este post:
Céline falleció el 1 de julio de 1961, es decir que este año se cumplen 50 años de su muerte, por lo cual había sido incluido en un calendario de conmemoraciones nacionales de Francia. Al presidente de la asociación de hijos de Judíos deportados de Francia, Serge Klarsfeld, no le gustó nada la inclusión y se quejó. El ministro de Cultura francés (y sobrino del presidente Sarkozy) Frédéric Mitterrand retiró inmediatamente el nombre del escritor de la lista de homenajeados y desató la polémica.
Como dije más arriba Céline era facista, nazi y bastante hijo de puta. De esto dan cuenta sus panfletos antisemitas Bagatelles pour un massacre, L’École des cadavres, Les beaux draps (de los cuales parece no haber traducciones al español). Después apoyó la ocupación nazi de Francia y, tras la liberación, huyó a Dinamarca, en donde fue encarcelado, para volver a Francia recién en 1951 tras una ley de amnistía. Si buscan en Google pueden profundizar un poco la historia. Lo cierto es que los judíos franceses quizás tengan razón en estar enojados con Céline.
Lo que sí es discutible es la decisión del Gobierno Francés y eso es lo que ha motivado tanta polémica. ¿Un autor debe ser juzgado exclusivamente por la calidad de su obra? ¿O deben tenerse en cuenta factores humanos, ideológicos, espirituales y políticos? Sinceramente creo que es una discusión sin sentido. La inclusión o no de Céline en la famosa lista no cambia absolutamente nada, sus libros seguirán circulando y nosotros seguiremos releyendo una y otra vez Viaje al fin de la noche. No se pierde nada con la decisión del Gobierno Francés.
En cambio sí creo que Klarsfeld y Mitterrand nos han hecho un gran favor, no sólo a los fanáticos de Céline, sino también a todos aquellos que no leyeron nada de él. La polémica logró reavivar un viejo debate y le otorgó más visibilidad a este gran escritor. Otra vez se volvió a hablar de Céline.


Las búsquedas en Google han aumentado (ver gráficos), los diarios y los suplementos culturales le han dedicado muchísimas páginas y en los blogs (siempre los blogs) se han escrito y compartido muchísimos textos sobre Céline. Una breve recopilación de links:
Mínimas: El camarada Bardamu (justamente: Bardamu) recopila los tres panfletos antisemitas que mencionamos y un panfleto antisoviético, todo en francés.
La Nación: La sombra de un escritor maldito de Lucette Destouches (vía Bardamu, otra vez).
Pauta y Pensamiento: Grandes ignorados.
Lecturalia: El odiado Céline.
Radar: El corazón de las tinieblas (uno de los mejores artículos sobre Céline, por Guillermo Piro).
Radar: El genio negro.
El País: Francia sigue sin perdonar a Céline.
El País: Los Réprobos (por Vargas Llosa).
Notícies: ¿Un facista puede tener talento?
El Mundo: El chivo que no cesa.
El Espectador: ¿Qué hacemos con Céline?
Sur.es: Un monstruo llamado Céline.
Personalmente, repito, creo que Klarsfeld y Mitterrand han hecho mucho más por la difusión y la relectura de Céline que el frustrado homenaje. Quizás la polémica sea un buen incentivo para que empiecen a leer a Céline aquellos que no lo han hecho o una buena excusa para releerlo en el caso de quienes tuvimos la suerte de descubrirlo antes. Siendo optimistas sus fanáticos hasta podemos soñar con reediciones argentinas de sus libros, traducidos por el gran Néstor Sánchez. Y mientras soñamos, nos conformamos con las traducciones ibéricas de Carlos Manzano que, a pesar de estar plagadas de gilipollas, coños y cojones, siguen siendo libros maravillosos.
Me parece que no se puede separar como muchos pretenden el sujeto y lo que escribe.No me lo creo, habra sido este edcritor muy maravilloso,pero en cada palabra que leo, lo veo acompañando a los nazis de alguna manera en sus correrías.
Soy catolica pero no me es posible comprender ese desdoblamiento como excusa,pues no la hay.El ser humano no puede aceptar las brutalidades que el hombre comete con el hombre,ni aun siendo un gran escritor.Se me revuelve el estómago.
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Nadialima, lamento tu forma de pensar…no porque no la comparta (que de hecho no lo hago), sino porque de ella se desprende que no podrías disfrutar de , quizá, y no temo a exagerar, la mayoría de los genios de las artes, hombres en su mayoría turbados y de una vida poco envidiable. No quiero hacer mención de ellos porque realmente aburriría por su extensión. De todas formas, vale tu comentario.
P/D A mí también me revuelve las tripas lo hecho por los nazis, pero me encanta Céline !
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Me parece que hay que separar los tantos, un buen escritor es un buen escritor y punto. Al menos a mí, cuando disfruto de Borges no me viene a la mente la imagen de él saludando a un tipo nefasto como Pinochet.
Y si cambiamos de arte encontramos ejemplos similares, Leni Riefenstahl fue una genial directora, ver sino El triunfo de la voluntad (1935), y también una nazi. O podemos disfrutar de una buena peli de terror como Jeepers creepers a pesar de que la dirija un pedófilo como Victor Salva.
Maguila, gracias por los links de las notas, buenísimas. Saludos!
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Koba, coincido en todo con vos….a penas si puedo con mi vida como para meterme con la de los demás.
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Disculpe mi ignorancia pero: ¿cuáles libros de Céline tradujo Néstor Sánchez? Saludos!
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Si estoy de acuerdo no hay que mezclar la imagen de uno o lo que uno realmente siente con sitaciones en que uno se ve a obligado aceptar de cierta manera paara ser bien representado
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