Empiezo por el final: Croacia le ganó previsiblemente a Camerún. No había merecido perder con Brasil y los africanos venían de perder contra México (un equipito de cuarta, inflado por la prensa gracias a un empate casual con los anfitriones). Fue 4 a 0, contundente, claro, pero hacerle 4 a Camerún no parece una hazaña demasiado trascendente, no han mostrado nada, dejan afuera a Samuel Eto’o y se pelean entre ellos. Ahora Croacia y México definirán el segundo lugar, doy por descontado que Brasil le va a ganar a Camerún. Entonces con el empate clasifica México (lo cual sería un triunfo más de la injusticia universal), Croacia tiene que ganar, en los papeles y por lo que jugaron hasta acá creo que tiene chances, pero claro, esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa, inclusive que gane México 1 a 0 con un gol de un tipo llamado Chicharito, espero que no, yo quiero a Croacia en octavos, me gusta como juegan, me gusta su camiseta y además se nota que los tipos van al gimnasio todos los días, no como los mexicanos a quienes se les nota la panza y se les ve la remera blanca abajo de la camiseta.
Sigo la tarde de adelante para atrás: Chile le ganó bien a España, jugó mejor ante un equipo superior, jugó con la desesperación del rival, manejo la pelota y los tiempos y se defendió bien. Mi mujer se fue unos días con mi hijo a visitar unos parientes y yo, que no puedo valerme por mí mismo ni 4 horas seguidas, me vine a lo de mi madre que tiene Direct TV, vi el partido en el canal 610 comentado por un chileno y empecé a tenerle estima a los relatores argentinos, incluso a Araujo, mirá lo que te digo. Subo la apuesta: incluso a Mauro Viale. Si nos dejamos llevar por los comentarios del relator y del comentarista (que era el mismísimo Bam-Bam Zamorano momificado), el triunfo de hoy de Chile es comparable al desembarco en Normandía o a la caída del Muro de Berlín. Pará un poco Bam-Bam, clasificaron a octavos, nada más. De España mejor ni hablar, les pasó lo mismo que Francia en el 2002, con la diferencia que los galos en 2006 volvieron a jugar una final, estos en 2018 van a verlo por TV, es una generación que ya fue y no volverá a repetirse por unos años. Así es la vida, uno se acostumbra, nosotros desde el 86′ estamos esperando que se repita esa generación. Recién vi en tele que los chilenos se juntaron a festejar en Plaza Italia (en Santiago de Chile, no en Palermo), parecía que hubiesen salido campeones, esá bien que festejen pero ¿no irán un poquito rápido? Por ahí les toca Brasil en octavos, y cagaron, si lo eliminan, ahí sí voy a entender tanto fervor, pero no creo que eso suceda.
Antes de seguir quiero confesar que yo quiero y espero que Holanda gane el Mundial. Es mi equipo preferido. Claro que me encantaría que lo gane Argentina, pero tiene menos chances, también creo que Brasil y Alemania tienen más chances que los de Van Gaal, pero a ellos no los quiero (Alemania nos ganó en el 90′ y Brasil es Brasil). En cambio a Holanda, como a Inglaterra y a Croacia, le tengo mucho afecto. No conozco Holanda, no sé qué hay en Holanda, no conozco ningún holandés de carne y hueso, ni conozco gente que haya estado en Holanda, o mejor dicho: sí conozco gente que estuvo en Holanda, pero es gente a cuya experiencia no me interesa apelar. Me encanta Holanda. Me encantan unas fotos que vi en Flickr de flores holandesas, me gusta que tengan una zona liberada para drogarse y otra para prostitutas, y me encanta que tengan colonias como Surinam. Ahora que, al parecer, Griesa va a embargar todo el territorio nacional, y va a ordenar que desalojemos el país antes del 30 de junio, yo voy a emigrar a Holanda, voy a trabajar de lustrabotas o de policía de tránsito holandés, y a la tardecita voy a pasar a tomar mate con Máxima Zorreguieta y voy a llevar a mi hijo para que se junte con los chicos de ella y le enseñen a ser rubio y a jugar al fútbol como Robben.
Pero de nuevo me fui por las ramas, lo que quiero decir es que, siendo Holanda mi equipo preferido en este mundial, es muy difícil analizar su partido contra Australia de manera objetiva e imparcial. Igual voy a tratar. Ya había hecho referencia en un post anterior a la capacidad camaleónica que tienen los australianos para camuflarse y hacerse pasar por brasileros para, de ese modo, confundir a los rivales, al árbitro, a la FIFA y al público en general. ¿Qué se puede esperar de un equipo cuya máxima figura, en sus ratos libres, se dedica a fabricar caldos de verdura en cubitos? Pero esta vez fueron demasiado lejos y ellos mismos, por un rato, se creyeron brasileros y jugaron como brasileros. Durante ese lapso lograron confundir a Holanda, lo dominaron, le crearon situaciones y le empataron el partido con un gol brasilero de volea. Ya en el segundo tiempo y con los efectos del hechizo todavía vigentes, el árbitro, creyendo que eran brasileros, les regaló un penal y se pusieron 2 a 1. Tengo que confesar que tuve miedo, pero por suerte Holanda logró sobreponerse a todo y lo dio vuelta con dos golazos. Después Chile hizo lo que hizo y chau Australia, a casa a esperar el Four Nations, por tramposos. Ahora viene un partido jodido. En los papeles Chile debería ser un trámite para Holanda, que debería ir a octavos contra Croacia y avanzar a cuartos fácilmente, pero tengo mis reservas y mis dudas. ¿Qué pasa si Chile vuelve a plantear bien el partido y lo gana 1-0 colgándose del travesaño? ¿Qué pasa si, a pesar de ganarle Holanda a Chile, Croacia le gana a México, Brasil empata con Camerún y terminan jugando contra los locales? ¿Y si hace un gol Gary Medel? ¿Vale doble? Sé que las probabilidades de que algo de esto pase son pocas, pero, como siempre digo: esto es fútbol y nunca se sabe. Por eso es el deporte más lindo del mundo.
Al oeste de Roma 