Con los partidos de ayer terminó la fase de grupos y ahora se pone lindo, dejan de existir los empates y el que pierde queda afuera, no hay margen para errores ni lugar para equipos timoratos. Los grupos que se definieron ayer eran grupos fáciles y aburridos, como los que le tocaron a Colombia y Argentina, por lo que vi los 4 partidos haciendo zapping, enganché varios goles. Alemania, U.S.A. y Bélgica pasaron previsiblemente de grupo; alguien podría sorprenderse por la eliminación de Portugal, pero la verdad es que esa selección carecía por completo de un equipo competitivo. La sorpresa fue, tal vez, Argelia, aunque viendo unos pocos minutos de cualquier partido de Rusia o Corea, la verdad es que no fue tan sorpresiva como parece, ese grupo, como el de Argentina, estaba para que clasifique el cabeza de serie y cualquier otro.

Así están las cosas: quedaron afuera las selecciones provenientes de las tres ligas más poderosas del planeta: Inglaterra, Italia y España. Quedaron afuera los dos últimos campeones del mundo, quedó afuera el bicampeón de la Eurocopa, quedó afuera el ganador del último Balón de Oro, quedó afuera Andrea Pirlo, quedó afuera el Kun Agüero y quedó afuera Luis Suarez. Todos íconos del fútbol mundial y dispositivos de facturación para algunas empresas, pero otro pelotón de elementos sigue en carrera y empiezan a aparecer nuevas posibilidades. Así es el fútbol.
La suspensión de Suárez era totalmente previsible, aunque me parece que a la FIFA se le fue un poco la mano. Es lo mismo que con Maradona en el 94′. Pero yo creo que en estos casos de errores arbitrales e indiciplina que guardan directa relación con el resultado del partido en cuestión, la sanción no debería recaer totalmente sobre el jugador o el árbitro si no que debería retrotraer los hechos al momento del incidente. En este caso particular, por ejemplo, Italia y Uuruguay deberían salir nuevamente a la cancha a las 13 horas, correr durante 45 minutos alrededor del campo de juego, descansar 15, volver a correr otros 30 minutos y empezar a jugar los 15 minutos restantes a partir del tiro libre para Uruguay por la falta de Marchisio. Antes de todo esto, claro, hay que darle de comer a Suárez. Que el partido se defina como sea. Una vez concluido el partido hay que deportar al árbitro a México de inmediato y darle una fecha de suspensión a Suárez. Que al tipo lo suspendan por 9 partidos en su selección, que le impidan trabajar durante los 4 próximos meses y que encima no lo dejen entrar a un estadio de fútbol me parece excesivo y seguramente está relacionado con el fallo de Griesa.

Mientras todas estas cosas suceden en la transición de una ronda a otra de la copa del mundo, Lavezzi, el Pocho Lavezzi, ese muchachito de flequillo que jugaba en San Lorenzo, se transformó en menos de 48 horas en el sex symbol de la selección argentina, desplazando de ese lugar a Gonzalo Higuaín y al mismísimo Alejandro Sabella. En las últimas horas las imágenes de Lavezzi y los comentarios lascivos sobre su persona han inundado las redes sociales hasta convertirlo en tendencia ¿Cómo sucedió esto? A los 25 minutos del segundo tiempo de Argentina – Nigeria, con el juego momentáneamente interrumpido, el jugador del Paris Saint Germain se acercó al costado de la cancha para tomar agua, mientras lo hacía el técnico aprovechó para arrimarse a darle indicaciones y el jugador, haciéndose el boludo, le arrojó un chorro de agua en la cara. Eso fue todo. A partir de allí, seguramente impulsado por la curiosidad, el público femenino googleó a Lavezzi y encontró miles de fotos del ex jugador de San Lorenzo y el Nápoli exhibiendo sus tatuajes. La líbido y la abstinencia sexual tan típica de un Mundial de fútbol, hizo el resto. Lavezzi, sin lugar a dudas, es un hombre de cualidades estéticas envidiables, pero también es un bromista empedernido, en la intimidad es el tipo de hombres que caga con la puerta abierta para poder charlar con sus interlocutores, que hace camas turcas y ventila con la sábana los pedos que se tira por la noche. Pero eso no impidió que, por un momento, le robe la atención a Messi. Por la lesión de Agüero es muy probable que empecemos a ver más seguido a Lavezzi en las canchas, lo cuál se convertirá en un incentivo adicional para que las mujeres se sienten a ver los partidos con nosotros. Todo por un chorrito de agua, una cosa de locos.