Diario del Mundial (XXI)

El mundial va llegando a su fin. Argentina, después de 24 años, jugará la final, nuevamente contra Alemania. Hasta aquí la selección ha jugado cuatro finales (1930; 1978; 1986 y 1990), ganó dos y perdió dos. Dos de esas finales se jugaron contra la selección alemana, una se ganó y la otra se perdió. «El bueno» bautizó a esta final Bilardo que, de alguna manera, sigue entongado en la AFA a pesar de su evidente y creciente oligofrenia; tiene razón, el domingo desempardamos muchas cosas.

México 86

Alemania

El martes me senté a ver un partido parejo, esperaba algo parecido a Bélgica – Argentina. 1 a 0, 2 a 1, algo así. Pero Brasil demostró que, además de jugadores de jerarquía, le falta un técnico inteligente. Los locales salieron a tirarle encima a Alemania la localía, la tradición, la bronca por quedarse sin Neymar y una calidad potencial de la que esta selección brasilera carece por completo. Salió a llevarse por delante a un excelente equipo. Pero Alemania no es Croacia ni Colombia, le bastaron 10 minutos para ponerse en ventaja. Hasta ahí todo era previsible, el partido todavía era normal. Pero el gol de Klose, tras un pésimo cierre de Marcelo, en el minuto 23 cambió todo. El 2-0 atontó a Brasil que se comió 3 goles más en los siguientes 5 minutos. Partido terminado, los otros tres goles sirvieron para decorar la historia. En media hora Alemania eliminó a Brasil.
No cabe duda de que Alemania mereció pasar a la final, pero de ninguna manera el 7-1 refleja la diferencia entre ambas selecciones. Fue uno de esos partidos en los que a uno le salen todas y al otro no le sale ninguna. Cuando es así puede pasar cualquier cosa, eso es lo lindo del fútbol, la lógica no siempre juega. Igual fue lindo ver cómo humillaban a Brasil. Pero no nos quedemos con la foto, Alemania no es invencible.
Alemania llegó como un candidato fuerte. Es un equipo que combina excelentes individualidades con momentos de funcionamiento colectivo extraordinarios. Funcionan bien gracias a la cantidad de tiempo que sus jugadores llevan jugando juntos. Han logrado sumarle características sudamericanas (gambeta, precisión y juego por el piso) a la tradicional potencia de sus tanques y al juego aéreo. Son los mismos que nos hicieron 4 en 2010, pero más maduros.
En el primer partido jugó contra un equipo mediocre reforzado con Cristiano Ronaldo: Portugal que, además de sus limitaciones, sufrió una expulsión en el primer tiempo. Ganó 4 a 0. Después empató 2 a 2 contra Ghana, un equipo del montón que le dio vuelta el partido y pudo ganarlo sin que nadie se sorprendiese. Contra USA ganó 1 a 0 jugando a media máquina. Contra Argelia (que no es precisamente una potencia futbolística) ganó en tiempo suplementario 2 a 1 y pidiendo la hora. A Francia le ganó 1 a 0 sin pasar sobresaltos pero sin que le sobrase nada. Y después el 7 a 1. Con la camiseta del Flamengo.
Es un equipo fuerte, sin dudas, tiene una propuesta muy diferente a la del resto: juega con muchos volantes que van rotando adelante, todos corren, todos suben, todos recuperan, pero sin desordenarse, algo muy difícil de lograr. Esta movilidad y la rotación permanente dificulta la marca del rival. En defensa son fuertes, sobre todo por arriba y tienen un arquero que juega de líbero. Creo que es el tipo de estrategia que marcará los próximos años a nivel mundial.
Sí, una maquinita, pero una maquinita que a veces pierde aceite, Schweinsteiger y Khedira suelen desordenarse y perder las marcas en el medio, Özil es un morfón cuando anda bien y desaparece del partido cuando anda mal y están jugando con Klose o Schürrle, dos jugadores intermitentes, en lugar de Götze. Viene empachado de goles, con la responsabilidad de ratificar que el 7 a 1 no fue una casualidad y con la mochila de ser favoritos. No creo que sea para tanto.
Si perdemos con este equipo nos habrá ganado una selección muy fuerte, pero si ganamos…

Italia 90

Argentina

Esta selección argentina llegó como una versión siglo XXI de la del 86′ y llega a la final como un upgrade de la del 90′. Empezó este Mundial con la que prometía ser la mejor delantera del mundo y los cuatro fantásticos como símbolo, y llega a la final como un equipo aguerrido, caracterizado por una defensa sólida y ordenada, y con Mascherano como emblema de esa tenacidad. Ganó todos los partidos por un solo gol de diferencia, uno sobre el final del tiempo suplementario y otro por penales. Dos de los cuatro fantásticos llegaron con lo justo al mundial (Higuaín y Agüero) y no alcanzaron su mejor nivel, otro se lesionó (Di María). Jugará la final con 24 horas menos de descanso que Alemania y con un tiempo suplementario después de un partido durísimo desde el punto de vista físico.
Evidentemente nuestra selección va de punto. Pero (siempre hay uno o más peros) la defensa Argentina, de cuya capacidad muchos dudábamos antes del mundial, se consolidó como unas de las más sólidas del campeonato en base a disciplina táctica y esfuerzo (huevos). Lo mismo para el arquero, que con el correr de los partidos fue ganando seguridad hasta convertirse en jugador clave en los penales contra Holanda.
Desde mi punto de vista Argentina ya venció al rival más duro, si superó a Holanda está para campeón. Creo que el equipo de Van Gaal, aún careciendo de la riqueza técnica y la multiplicidad táctica de los alemanes, era el seleccionado a vencer. En primer lugar porque venían muy derechos y con suerte, en segundo lugar porque tenían al técnico más inteligente de la copa del mundo y, por último, por ser un equipo que juega bien sin pelota (algo que a Alemania le cuesta más).
Además este equipo sabellista, compacto, sólido, cerrado y con 5 defensores (no hay que dejarse engañar por el analfabetismo del periodismo deportivo: Mascherano es un stoper adelantado), sigue teniendo en el plantel a los 4 fantásticos, las promesas de un ataque mortal siguen vigentes, Agüero y Di María pueden entrar y hacer un lío en 15 minutos, Higuaín es un delantero muchísimo más peligroso que cualquiera de los alemanes (su precio de mercado y la cantidad de goles en ligas lo acredita) y, por si fuera poco, tiene la posibilidad de que Messi, el mejor jugador del mundo, aparezca a reclamar su corona, basta con 10 o 5 minutos de inspiración para que el mundo se acuerde de quién es el 10 de Argentina.
Resumiendo: considero que Argentina está mucho mejor de lo que llegó al mundial, sin la presión de ser favorita, con una defensa sólida, segura y consolidada y un ataque que, espero, todavía tiene reservadas sorpresas; ir de punto es lo mejor que le podría pasar a la selección. Dejemos que el favorito sea Alemania, por ahí, quién te dice, le pasa como a Brasil.

Un comentario

  1. No tengo dudas que ir de punto es lo mejor. Además hay otra. En el partido con Holanda, en los últimos 20 del segundo tiempo, observé que los holandeses se quedaban. Pero no sin piernas, sino que -por mantenerse ordenados- desistían de atacar. ¿A quién le temían? A Messi, lo seguían por todos lados, lo observaban para que no metiera la letal diagonal. Y ése es el temor. Sacan pecho antes, parlotean, mandan fruta, pero en la cancha le tienen pánico al cambio de velocidad y dirección del enano. Como decís, hay que aprovecharlo como hacía Nueva Zelanda con Lomu, el tipo era tacleado y abría el frente de ataque llevándose cuatro al piso. Acá lo mismo, tienen que entrar atrás de Messí para aprovechar el hueco que hace. El gol de Di María fue el ejemplo. Simple, práctico, más para estos pibes que la tienen clara, por eso valen lo que valen.

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