Diario de un mal año (2)
19/06/017 – Lunes
Buscando un texto de David Foster Wallace llego a un blog viejo y leo un artículo sobre el disco Recrudece, de Virus (1984). En el post hay un link al tema Me fascina la parrilla, lo escucho y no puedo dejar de notar la similitud con “La argentinidad al palo” de La Bersuit (2004). Desde el punto de vista musical es imposible poner la pseudo-chacarera de La Bersuit a la altura de la canción de Virus, pero la letra de ambas son un mosaico irónico de íconos culturales que suponemos (seguramente con razón) propios: dulce de leche, Maradona, asado, Gardel, Borges, el colectivo…, esas cosas que terminan por definirnos.
¿Casualidad? ¿Intertextualidad? ¿Plagio? Por supuesto que el rock tiene términos más amables para referirse al plagio: homenaje, reversión, etc.
20/06/2017 – Martes (feriado)
En el diario digital MDZ aparece una nota titulada «Denuncian maltrato y presencia de cucarachas en el Lagomaggiore», en ella se narran, de manera algo confusa, una serie de incidentes que tuvo que vivir una pareja en el hospital. Al parecer concurrieron para una cesárea programada un día a las 8 de la noche. Tras esperar 3 horas en la guardia hasta que se les asignase una cama impidieron que el hombre se quedara en la habitación de acompañante, después le pidieron dadores de sangre. Al día siguiente la mujer ingresó a las 8.30 a la sala de parto y aparentemente alguien le rompió la bolsa al colocarle una sonda y la dejó olvidada en un pasillo, desnuda, sangrando y perdiendo líquido amniótico, hasta que al mediodía le realizaron la intervención. Mientras tanto el hombre esperaba el desenlace, y a eso de las 3 de la tarde, al consultar por su mujer, le dijeron que todavía no le hacían la cesárea. Recién a las 4 de la tarde logró ver a su hijo, al que pusieron en una incubadora por una presunta falla respiratoria que, sin embargo no figuraba en los registros. Cuando todo parecía haber terminado internaron a la mujer en una habitación infectada de cucarachas; “(…) si apagás la luz la pared se pone negra de tantas cucarachas que hay…” dice la nota citando al protagonista. Después la nota se diluye, no sabemos qué más le pasó al hombre y a su mujer, aparecen las previsibles excusas del director del hospital, fotos de las cucarachas y la nota termina aclarando que atrás del hospital hay un basural y, aparentemente, ese sería el origen de las cucarachas. También hay fotos del basural.
La nota está escrita de manera caótica, con idas, vueltas, el testimonio indignado del hombre, contradicciones y repeticiones, lo cual es una lástima, hubiese sido un buen relato kafkiano. Buen material narrativo desperdiciado en los laberintos del periodismo exprés.
21/06/2017 – Miércoles
Termino de leer un librito de Débora Mundani, El Río, es una buena novela ribereña, heredera de la narrativa de Haroldo Conti y Saer y deudora de la poesía de Juan L. Ortiz. Encuentro algunas reseñas en internet y me extraña que nadie haya trazado un paralelismo en la trama con Mientras Agonizo de Faulkner, existe esa relación y es notoria.
Busco en Google Maps las zonas aledañas al Paraná en las que se desarrolla la novela, termino viendo pequeños pueblitos de Paraguay con Google Street View, cosas de la mente.
22/06/2017 – Jueves
Empiezo a releer El Castillo de Kafka. Lo había leído a los 22 años, es decir en 1996, hace 21 años. Después releí varias cosas de Kafka pero nunca El Castillo, quizás porque lo recordaba como una lectura incómoda, difícil, agobiante. Ahora me doy cuenta de que fue una lectura algo ingenua. A esa edad es muy difícil que ciertas lecturas no lo sean. Tendría que releer varios libros de esa época, libros que computo en mi haber de lecturas pero que en realidad no cuentan: Guerra y Paz, Don Quijote, La Cartuja de Parma, quizás algunas cosas de Gogol y bastantes de Flaubert.
Por otro lado sigo con el librito de Harold Bloom, pero ya me aburre un poco la exaltada hagiografía de Shakespeare.
23/06/2017 – Viernes
En 2013 mis dos sobrinos mayores, que por entonces tenían8 y 6 años, me indujeron a jugar a Minecraft, quizás el mejor videojuego para PC que existe (hay versiones para Android y para consolas, pero son pésimas). Desde entonces lo juego de a intervalos bastante irregulares, bajo nuevas versiones, construyo nuevos mundos (así se llaman los escenarios, mundos, nada menos), hay épocas en las que le dedico una hora por día, después lo olvido y unos meses después lo retomo. Ayer me enteré de que mis sobrinos, convertidos en preadolescentes que mandan videos por WhatsApp y escuchan Despacito, desprecian profundamente el Minecraft por tratarse de un juego anacrónico e infantil. Si algún día dejo de fumar supongo que un par de viejos amigos se sentirán igual de traicionados y estafados que yo por mis sobrinos.
24/06/2017 – Sábado
Paso la tarde rebotando de aquí para allá en la web, encuentro una lúcida reflexión de Roberto Arlt: «¿Cree usted acaso, por un minuto, que los libros le enseñarán a formarse “un concepto claro y amplio de la existencia”? Está equivocado, amigo; equivocado hasta decir basta. Lo que hacen los libros es desgraciarlo al hombre, créalo.» La cita pertenece a un texto de Aguasfuertes Porteñas que se llama La inutilidad de los libros. De más está decir que reivindico esta afirmación de Arlt.
Por la noche voy a una especie de homenaje a Pizarnik que consiste en una serie de lecturas de sus textos e interpretaciones musicales en torno a su obra. Me encuentro con gente a la que hace mucho que no veía, charlamos un rato, la paso bien, cada tanto vale la pena renunciar al autismo. En cuanto a Pizarnik, creo que es momento de dejarla ir, ya no es lo que era para mí. Lo más interesante lo dijo Gastón Moyano: “le afanó mucho a Antonio Porchia”, no fue la única.
25/06/2017 – Domingo
Este equipo mediocre, irregular y anodino de Boca pasará a la historia por ser el último campeón de la era del Fútbol Para Todos.
A partir de ahora para ver fútbol argentino habrá que pagar un plus sobre la cuota del cable, mientras que el fútbol bueno seguirá siendo gratis.
No hay mucho para pensar.
La reposición de un modelo de negocios de los años 90’, que ya había fracasado en 2009, sólo puede contribuir a acelerar la muerte del fútbol argentino o, al menos, el fin de la masividad.
Suerte Fox, ya no está Grondona para salvarte de tus malos negocios.
Hasta aquí llegó mi afición por el fútbol local.
Una lástima.