Lecturas: Stoner

Leí este libro hace un tiempo, de hecho creo que hay un par de referencias a él en entradas anteriores, me habían quedado algunas dudas y aproveché estos días para hacer una segunda lecturas. Se trata de una novela que genera cierta controversial: para muchos un libro común y silvestre, sin demasiadas luces y con una enorme operación de marketing atrás; para otros una «obra maestra» (Fresán sic). Como sea, es un gran acierto de una editorial pequeña como Fiordo haberla reeditado en Argentina, van por la tercera o cuarta reimpresión en un par de años, no se puede negar que lectores tiene. Personalmente no creo que sea una obra maestra, pero tiene su mérito.

Es la biografía de un campesino americano que termina siendo profesor de literatura Inglesa en una prestigiosa universidad de Estados Unidos. Borges decía que para escribir sobre episodios el mejor género era el relato breve, pero que si lo que se pretendía era desarrollar un personaje, para eso estaba la novela. Es lo que hace John Williams en este libro, desarrolla simplemente la vida de un tal Stoner. Una vida opaca, muy poco interesante, con grandes fracasos y algunos triunfos insignificantes. Stoner se va a la universidad para estudiar Agronomía pero al poco tiempo termina cambiándose a la facultad de Letras. Y después sigue ligado hasta el final de su vida a la universidad, nunca sale al mundo, ni siquiera participa de la guerra como muchos de sus compañeros. Hay una idea (en algún momento la expresa un personaje menor) de la academia como refugio de tipos incapaces de enfrentar al mundo con sus herramientas intelectuales, la universidad como un lugar en el que evitar la practica concreta del vivir cotidiano. Según esta hipótesis los que terminan sus estudios de grado y no están listos para enfrentar al mundo real hacen postgrados y doctorados, y después prolongan indefinidamente su estadía en la universidad transformándose en profesores o investigadores. Es una idea interesante, no sé si siempre es así, pero es una manera de ver lo que le pasa a Stoner.

Stoner va ascendiendo en su carrera académica, se casa con una mujer que parece ser una miserable, tiene una hija, después una amante, separaciones, humillaciones, reivindicaciones, un prestigio pequeño, baladí y trivial que no alcanza para darle brillo al gris de su vida. Un hombre normal, una vida gris, igual que casi todos nosotros. Precisamente en eso reside la singularidad de esta novela y el talento del autor, en narrar una vida poco interesante de manera interesante. Porque el libro se va volviendo interesante, tiene algunas ideas interesantes e invita a reflexionar sobre tópicos interesantes.. Se lee fácil y rápido, no hay grandes intentos poéticos, nada de experimentación vanguardista, nada de ripio en la prosa. Se narran episodios específicos de la vida de Stoner y listo. En ese es sentido una novela decimononica, por su desarrollo lineal y su final definitivo. Pero está bien. Me entretuvo, me gustó.

¿Es una obra maestra como dice Fresán? No creo. ¿Es una novela mediocre con una gran operación de marketing destinada a mitificarla? Tampoco me parece. O tal vez sí, tal vez sea esas dos cosas. No importa. Me gustó leer Stoner, es una linda novela.

Mendoza, Diciembre de 2018

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