Lecturas: El libro de Tamar

Novela confesional, ensayo autobiográfico, relato generacional, poema comentado, ajuste de cuentas, homenaje, entre otras etiquetas, le han puesto en diversas reseñas a este librito inclasificable de Tamara Kamenszain, su primera incursión en el género narrativo. No me interesan mucho las clasificaciones, de lo que estoy seguro es de que puede leerse como un libro de amor y a la vez como una semblanza generacional.

La cosa es así: a mediados del año 2000, poco después de haberse separado de Héctor Libertella tras veinte años de matrimonio, la autora encontró una hoja A4 con un texto manuscrito que su ex cónyuge había deslizado por debajo de la puerta, en ese texto decía:

“Tamara: emerjo de un sueño con la máxima cantidad de anagramas y combinaciones de tu nombre. ¿Tanta cantidad de bolsones semánticos pueden esconder 5 letras?”

Y a continuación un singular poema anagramático que utilizaba esas combinaciones de letras contenidas en el nombre Tamar en versos pequeños, crípticos, singulares. Cuenta Kamenszain que en su momento no entendió nada de aquel texto, pero 15 años después, revolviendo papeles viejos encontró aquella hoja y comenzó a estudiar minuciosamente su contenido. Cada uno de los versos de este breve poema son como hilos de los que la autora tira para develar de alguna manera aquellos bolsones semánticos, y recuperar a través de anécdotas, experiencias, poemas, relaciones y textos literarios, la historia de aquel matrimonio entre dos escritores. Cada verso de ese poema corresponde a un capítulo del libro, cada capítulo describe, narra, ensaya y reflexiona no sólo sobre la cotidianidad conyugal, sino también sobre las intimidades literarias de la pareja y sobre los avatares de una generación de escritores. Tal vez esta característica sea lo que une secretamente este pequeño librito con Black Out de María Moreno, publicado un par de años antes. Además de compartir con éste algunos nombres, espacios y épocas, hay una referencia directa (casi una chicana de Kamenszain a Moreno) cuando la autora cita textualmente el párrafo de Black Out en donde Moreno dice haber visitado a Libertella en su “piso de soltero”, tras la separación. Pero más allá de eso, es indudable que ambos libros tienen cosas en común y el ejercicio de leerlos en conjunto podría ser revelador.

Por las páginas de El libro de Tamar circulan personajes de la literatura argentina como Arturo Carrera, Osvaldo Lamborghini y Rodolfo Fogwill entre otros. También hay continuas referencias a lo que Kamenszain llama “taller literario matrimonial” refiriéndose, por supuesto, al inevitable intercambio que produce la convivencia entre dos escritores, y aparecen comparaciones con otros de esos “talleres matrimoniales”: Ludmer – Piglia, Kristeva – Sollers, Plath – Hughes. Y están las experiencias de edición, escritura, publicación, los bares en Buenos Aires en donde se juntaban, algunos debates, ideas y otras marcas de una época y una generación. En algunos capítulos se incluyen algunos poemas de la autora.

En suma: a pesar de su brevedad (96 páginas) es un libro completo, sólido, acabado, redondo. Lleno de matices y giros. Muy bien escrito y ameno. Un viaje introspectivo que busca en esos bolsones semánticos más preguntas que respuestas. Un libro de amor y literatura. Muy recomendable.

Mendoza, enero de 2019

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