Fernet

En enero del año 1993 me fui de vacaciones a Mina Clavero (Provincia de Córdoba), con mis primos, algunos amigos y un desconocido que se nos coló en El Trapiche (Provincia de San Luis). Fueron unas vacaciones memorables, primero porque me divertí mucho, y segundo porque fue ese el verano en el que descubrí un trago que fue fundamental durante muchos años: Fernet con Cocacola.

Fernet con Cocacola
Fernet con Cocacola

Si bien en la actualidad se trata de un cocktail muy común, en aquel momento su consumo parecía ser masivo únicamente en Córdoba. Tengo la certeza de que habrá quienes, al leer este texto, sentirán la tentación de replicar: «yo en 1986 me tomé un Fernet con Coca para festejar el segundo gol de Burruchaga a los alemanes» o cosas por el estilo, pero convengamos que fuera de Córdoba eso era una rareza.  Todos conocíamos el Fernet Branca, nuestros abuelos lo usaban para mezclarlo con el Cinzano o el Gancia durante el aperitivo o lo tomaban mezclado con soda con una picada. A muchos he oído contar que en la infancia los obligaban a tomar Fernet como sustituto de Hepatalgina. Yo lo probé por primera vez aquel verano en las sierras cordobesas. Después no pude parar.
La costumbre no tardó demasiado en llegar a Mendoza, o a lo mejor había llegado poco antes de aquel verano y yo no había prestado atención. El hecho es que a partir de ahí mi consumo de Fernet empezó a crecer en forma proporcional a mis salidas nocturnas. Al principio salía algunos sábados y pedía el trago en la barra del boliche de turno, pero después, tras una dolorosa ruptura sentimental, empecé a dedicarme más a las salidas nocturnas y, por ende, a tomar Fernet. Si había un asado con amigos llevábamos Fernet y Cocacola, si iba a un pub pedía dos o tres Fernet con Cocacola, si aprobaba alguna materia en la facultad festejaba tomando Fernet. Adoptamos un amigo la costumbre de juntarnos en su casa antes de ir a bailar a tomar Fernet con Cocacola, después, en el boliche, seguíamos tomando lo mismo, inclusive, ante el aumento desmedido del trago en los circuitos nocturnos mendocinos, llegamos a desarrollar un método bastante eficaz para introducir ilegalmente botellas de Fernet en los locales bailables, con lo cual nuestro escaso presupuesto era destinado exclusivamente a cocacola.

Así es como mi vida transcurría por aquellas épocas, entre el estudio, la lectura, la ingenua militancia política y el culto a la noche y al Fernet (en esa época no existía internet, o al menos no en Mendoza). Pasaron los años, me recibí, llegó internet, empecé a trabajar, todo cambió, excepto mi apego a la noche y al «ex-aperitivo» con cocacola.

El fernet es Branca
El fernet es Branca

Pero una noche del año 2002 o 2003 fui a un boliche de Mendoza que se llamaba (se llama) «Apeteco», un sábado, que era el día de guerra porque los viernes eran para gente frívola que hacía sociales y volvía sola a sus casas a masturbarse frenéticamente. Estaba solo, porque mis amigos ya se habían casado o habían madurado y no iban a ese tipo de locales nocturnos, era temprano y todavía no había demasiado movimiento, por lo que decidí sentarme en uno de esos taburetes altos y acodarme en la barra a saborear un vaso de mi bebida preferida. El barman, sin lugar a dudas un novato, me lo hizo tan suave que le tuve que pedir que le agregara Fernet a la mezcla, finalmente tras completar tres veces el vaso después de generosos tragos, la mezcla quedó exquisita. En ese momento llegó al lugar uno de los primos con quienes había viajado aquel verano menemista a Córdoba, que dicho sea de paso había desarrollado durante esos años una adicción igual o más grave aún que la mía al Fernet. Mientras preparaban su ración y mientras charlábamos de cualquier cosa, tomó sin pedir permiso mi vaso, sorbió un gran trago, e inmediatamente con una mueca de asco me lo devolvió.

-Boludo esto es Fernet puro, pedile al barman que te agregue Coca -dijo conteniendo una arcada.
-Me extraña primo, esta es la medida justa del Fernet, 50-50 -contesté, haciendo alarde de una sabiduría etílica superior.
-No amigo, eso debe ser 95-5 -intervino el barman que volvía con el Fernet de mi primo.

Pedí otro 95-5 para probar, supervisé cuidadosamente su preparación para no ser víctima de engaños y cuando lo probé me di cuenta de que estaba en graves problemas, a ese ritmo, en unos años terminaría tomando Fernet con alcohol puro y cocacola. Así que decidí, recordando la promesa que hizo alguna vez un amigo de la secundaria, dejar de tomar Fernet por un año. Muchas noches estuve a punto de quebrar mi nueva conducta, pero mantuve con férrea voluntad mi decisión. Fue más difícil que dejar de fumar (aunque nunca dejé de fumar), pero al cabo de unos meses ya no tenía ganas de Fernet. Desarrollé mi gusto por el por el whisky, por el ron, por la casasha brasilera. «Tantos años existiendo estas maravillosas bebidas y yo aferrado a un aperitivo con gusto a remedio», llegué a decirme.
El plazo de un año se cumplió, yo había logrado divorciar la noche del Fernet, pero quise volver a probar, rememorar viejas épocas. Fue en un asado con compañeros de la secundaria, me preparé un 50 y 50 como debe ser, le puse hielo, dejé que la espuma amarillenta se diluyera y llevé con avidez el vaso a mi boca, casi vomito, «¡ESTO ES UN ASCO!» grité, mis amigos me miraron, se encogieron de hombros y siguieron charlando y tomando. Supe en el acto que entre el Fernet y yo nada volvería a ser como antes.
Han pasado algunos años, dejé la noche y un poco también el alcohol, mi vida cambió; a veces, por cortesía acepto un poco de Fernet, livianito, 20-80, para que tenga más gusto a coca que a remedio, prefiero el vino y la cerveza, ya no necesito coraje ni me dan ganas de salir mucho de noche, pero a veces, muy de vez en cuando, siento nostalgia de las épocas en que  salía de la oscuridad del boliche, al despoblado amanecer urbano, con un vaso de líquido marrón en la mano como único testigo de mis triunfos y fracasos.

 

16 Comentarios

  1. El fernet es una bebida que uno debe aprender a tomar. Debe acostumbrar el paladar para que te guste.

    Pero que rico que es. Yo lo tomo 30-70.

    Y si, yo imagino que si un dia vuelvo a prender un camel (deje de fumar hace 7 años) lo voy a revolear a la mierda y decir como puede ser que me haya gustado esto.

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  2. Más allá del sabor (tan particular: me acuerdo de una anécdota posiblemente apócrifa -como la mayoría- que repetía un amigo, algo así como que desde que conoció la «Córdoba Profunda», ni en pedo tomaba algo que se elaboraba a partir de «más de cien yuyos bien meados y cagados por infinidad de cabritos». Más allá de cualquier objeción cientificista -como el hecho de que al fermentarse hasta 45º de graduación alcohólica los asuntos escatológicos pierden vigor-, o al hecho de que tal precepto puede aplicarse a bebidas menos espirituosas -cualquier amargo serrano que, careciendo de esterilización en su proceso, deja mucho que pensar-, dicho argumento carece de todo valor intrínseco, siendo un hecho que el fernet es único, por su sabor y por todo lo que representa) me quedo con la alegoría de alcohol que baña y le da sentido a nuestra adolescencia. Bah, le devuelve algo de sentido a nuestra pusilánime vida tras ser rechazados cordial pero categóricamente por el amor de turno (cualquier pretensión autobiográfica es sólo producto del azar, o de la ginebra o vodka con limón que reemplazaría al fernet en mi experiencia pero en el mismo marco de tus recuerdos).
    Salud, y como bien dejás entrever ahora no dará para fernet (o vodka) pero siempre habrá algún remedio para melancólicos…

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  3. @Taly
    Claro, Taly, exacto, uno se puede acostumbrar, pero, al igual que con el cigarrillo, lo que parece imposible es RE-ACOSTUMBRARSE. 30-70 está bien, el 50-50 mío era de borracho pero rendía más.
    Saludos

    @ángel eléctrico
    Captaste muy bien la idea, el texto peca de ingenuo (o fui yo el ingenuo al evocar), intuyo que el origen de mi circunstancial melancolía es un lugar común, que el fernet esté asociado a esas épocas supongo que debe ser anecdótico.
    Saludos

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  4. El eminente doctor Strafacce y sus contertulios del Varela Varelita toman una bebida mortífera en cuya preparación interviene el fernet. Su nombre: Agua atómica. Su preparación: Se ponen dos cubos de hielo en un vaso y se vierte fernet hasta un 90%. Luego, se completa con agua tónica, dejando la botella al lado del vaso, cosa de poder ir agregando a medida que se toma. Resultado, un trago larguísimo que pasa de ser un petróleo potencialmente mortal a ser un ice coffee lavado. Supongo que es ese gradiente etílico el que provoca los destrozos: una suerte de bomba de fragmentación.

    Otra bebida famosa del Varela es el Pepe Bianco, simple whisky JB on the rocks, embellecido por una cita literaria: las iniciales de Justerini & Brooks coinciden con las de José Bianco

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  5. Ya acomodada en mi condición legal de «concubina», leo esto y me pregunto: me hubiera gustado conocer a Maguila en esta epoca? me respondo,si, pero que mal hubiera terminado.
    y además, el pronombre por delante, era necesario?

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  6. Yo creo que sin el Fernetconcocacola no podría vivir, y efectivamente, lo probé mucho antes del 86′, claro que por ese entonces yo vivía con mi familia en Córdoba.

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  7. ¿95-5? Lo he tomado fuerte pero nunca en esa proporción asesina.
    El tema con el alcohol es encontrarle la medida justa, disfrutarlo sin que te haga mierda, y confieso que recién lo hago ahora porque en mis épocas de juventud tomé de todo, todo muy fuerte y en grandes cantidades, y casi nada me hacía efecto (los efectos los siento ahora que no me recuerdo casi nada de aquellos años).

    Buen dato el del trago del Varela Varelita, ¿por eso iba tan seguido Chacho Alvarez?

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  8. @Koba
    Si Koba, reconozco que en mi juventud me fui muy al carajo y no solamente con el fernet. Chacho es tan fanático de Varela Varelita que terminó renunciando a la vicepresidencia de la Nación porque no tenía tiempo de ir.

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  9. Es la primera bebida alcoholica que he probado y nunca he dejado de tomar! Por costumbre de mi papá, tomo una cucharada pura en ayunas para fortalecer el higado. Y obviamente en los ratos libres, con coca cola infaltable! 😀

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  10. Que bien. Entonces supongo, tomando como referencia este post, que yo estoy por la parte de la ruptura con la que hasta ahora fue mi novia, y por ende, «yendome al carajo» todos los fines de semana. Me preocupa la «pseudo – adiccion» al alixir negro, porque me estan diciendo que lo prepara muy puro, y si ahora que empiezo la facu, este ritmo de vida aumenta, acompañado al pucho, las consecuencias van a ser jodidas.
    Supongo que se viene un stop.
    Gracias por sembrar conciencia 😛
    Un abrazo.

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